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Hongos, Frutos
silvestres y otros alimentos Hongos forestales. Industria de alimentos. La producción chilena de hongos
comestibles proviene fundamentalmente de la recolección de especies de
crecimiento silvestre, así como en un menor porcentaje de la producción
bajo condiciones controladas por el hombre como es el caso de los champiñones
(Agaricus bisporus). El otro hongo cultivado que se
produce en Chile es el Hongo ostra (Pleurotus ostreatus). Recientemente han
surgido iniciativas tendientes a fomentar el
cultivo de este hongo (ver en ; 3.2- Innovaciones en el cultivo de hongos). La industrialización de hongos
indica varias alternativas de procesamiento. Para hongos silvestres lo más
común es la deshidratación, el salmuerado y el congelado. Boletus luteus
se conserva de cualquiera de las tres maneras. Lactarius deliciosus se
conserva preferentemente en salmuera. Morchella spp. se comercializa
congelada y deshidratada. Los hongos cultivados se procesan
principalmente en conserva. Existen hongos que se
comercializan frescos en zonas cercanas a la recolección (solo en el
mercado interno), generalmente en ferias rurales o en calles de algunas
ciudades. Entre estos se distinguen Ramaria subantártica o
"Changle" y Cyttaria espinosae o "Digueñe". Hongos deshidratados. En el proceso de secado se debe
distinguir entre la actividad artesanal y la actividad de nivel industrial
en plantas procesadoras. Con respecto al secado artesanal este puede ser
por aireación y soleado o en deshidratadores artesanales. Lo más común
es el secado por aireación y soleado de los hongos sobre bandejas o sobre
malla rushell suspendida. Lamentablemente el producto obtenido por este método
es de irregular calidad, muy contaminado con polvo y otras impurezas, además
de no existir control sobre la humedad y temperatura. Con la finalidad de
elevar el nivel de la producción artesanal han surgido algunas iniciativas
(Proyecto Fia, 1996) para incorporar el uso de secadores artesanales de
manejo familiar (de autoconstrucción). Las características de estos
deshidratadores permiten un uso multipropósito y generalmente están
dotados de un calefactor artesanal tipo tambor bencinero que funciona con
leña o material combustible proveniente de los desechos agrícolas y
forestales. Tienen una superficie aproximada de 9 m2. Si bien inicialmente eran los
propios recolectores quienes deshidrataban el hongo, en la actualidad cada
vez es más común que el recolector venda su producto fresco a acopiadores
que trasladan el hongo fresco a las plantas deshidratadoras que se ubican
lejanas a las zonas de recolección. Esto ha aumentado el costo de
transporte del hongo, pero se ve compensado con el menor valor a que lo
compran en estado fresco (Pincheira, 1999). A continuación se detalla el
proceso de deshidratado industrial (Arriagada y Melín, 1991; González,
1994). Flujo del proceso deshidratado
- Recolección: Durante la cosecha es fundamental
no producir daño mecánico por exceso de carga. Una alternativa propuesta
(Pincheira, 1999) consiste en el uso de cestas apilables de profundidad no
mayor a 15 cm, conformadas a modo de mochila. Una vez realizada la cosecha de
los hongos, deben ser llevados a la planta deshidratadora dentro de 24
hrs., como máximo de la colecta. Pasadas las 48 horas, la velocidad de
descomposición es alta. Para la deshidratación se deben usar hongos
maduros con un sombrero en buen estado de desarrollo (70 a 120 mm de diámetro)
e intacto, ya que la forma más conocida de procesarlo es entero, aunque
también se puede procesar en mitades, cuartos, en trozos, con y sin tallo
y como polvo. - Preparación: Hecha la recepción y pesaje de
los hongos, se raspa y corta la mitad del tallo para eliminar el extremo
duro, raicillas y barro (uso de cuchillos de acero inoxidable). Se elimina
la cutícula que cubre al hongo. Luego se trozan los hongos al
tamaño de rebanada especificado (normalmente 1 cm. aproximadamente). Los
hongos trozados se distribuyen en bandejas. La carga es de 6-8 kg/m2 de
bandeja. Luego las bandejas en una o dos capas se llevan a los secadores. Preparación de hongos silvestres - Deshidratado: Las bandejas se disponen dentro
de un secador que puede ser de compartimiento (secador discontinuo) o de túnel
(secador continuo). El tiempo de secado no puede ser mayor de 8 a 10 horas.
Un deshidratado rápido con temperatura elevada produce un tostado, en
tanto un proceso lento (14-15 hrs) oxida el producto, así en ambas
situaciones se produce un ennegrecimiento del producto y queda sin sabor. En el proceso de deshidratado se distinguen dos etapas (González,
1994). En la etapa 1 el proceso debe ser lento con temperaturas no
superiores a los 40-45°C, con un buen tiraje de aire para eliminar el agua
libre del hongo. Esta fase debe durar entre 5 a 6
hrs. En la etapa 2 la velocidad del aire debe ser menor y la temperatura
debe subir a 60°C, nunca superior a esto. Esta fase debe durar de 2 a 3
hrs. Vista de planta de secador de compartimento para hongos - Evaluación de calidad: Normalmente el parámetro más
apreciado es el color, que debe ser más cercano al hongo fresco (amarillo
claro = plato 10 Jl de la tabla de colores de Maers y Paul). Además debe
ser de tamaño regular homogéneo y limpio de impurezas. Algunas veces se
solicita fumigación con bromuro de metilo. - Envasado: Se realiza en bolsas de papel
Kraft, a granel y recubierto con bolsas de polietileno selladas, para
evitar la rehidratación del producto. Estas bolsas varían en un contenido
de 15 a 20 kilos. - Almacenaje: Se debe hacer en bodegas
ventiladas y limpias donde se elimine la humedad residual, y en lo posible
protegidas de acceso de ratas. Para los hongos deshidratados se
debe considerar un factor de conversión de 10:1 a 20:1 (10 a 20 kg de
hongos frescos entregan 1 kilo de hongos deshidratados), esta variación
depende de la cantidad de materia seca que tiene el hongo al momento de
procesarlo y a la diferencia entre variedades. Hongos salmuerados. Para el salmuerado, debe
considerarse siempre el hongo pequeño. El diámetro del sombrero debe
tener entre 30-100 mm. Deben ser hongos frescos, enteros o en lonjas y de
una sola variedad. A continuación se describe el
proceso de salmuerado (Pereira, 1991; González, 1994). Flujo del proceso de salmuerado
- Escaldado: Consiste en sumergir los hongos
recolectados a lo más 48 horas antes (óptimo 24 horas antes) en agua
caliente entre 90 a 100°C por un tiempo que varía entre 3 a 15 minutos,
dependiendo de la variedad y tamaño. El producto se coloca en mallas
resistentes a la temperatura y la operación se realiza en olla de acero
inoxidable con 1/3 de agua en su interior. Los hongos se revuelven de modo
de hacer homogéneo el cocido. Con esta etapa se evitan los cambios de
color y se elimina la capa mucilaginosa características de estos
productos. - Enfriado: Los hongos se retiran del agua
caliente y se llevan a agua fría hasta que alcancen temperaturas entre 30
y 35°C. Con esto se evita la sobrecocción y se lavan los hongos de la
mucosidad e impurezas. En este mismo paso se realiza una selección por
calibre y calidad. - Preparación de la salmuera: Se prepara salmuera en estanques
especiales. Las concentraciones son de 24°Baume. - Salmuerado. Una vez enfriados los hongos se
vacían en piscinas de fibra de vidrio y se les agrega la salmuera ya
preparada hasta cubrir el producto. Se debe contemplar diariamente la
graduación salina de modo de hacer agregaciones de sal y revolver el
producto para homogeneizar. Este proceso se repite hasta que
la salmuera se estabilice, es decir, mantenga la concentración óptima por
5 días seguidos. La duración del proceso de salmuerado depende de la
variedad del hongo y puede fluctuar entre 12 y 21 días. Una vez
estabilizada la salmuera se revisa la calidad y calibre del hongo. - Drenado y envasado: Se deben drenar los estanques y
preparar los tambores de despacho. Estos deben estar pesados y tener en su
interior dos bolsas de polietileno que contendrán el producto. Enseguida,
se envasa en el tambor un total de 200 kg netos de producto. Luego se
agregan entre 30 y 40 kg de salmuera a la concentración óptima.
Finalmente se sella cada una de las bolsas y el tambor. Según la conversión alemana
(Fia, 1996) 1 kg de hongos frescos equivale a 0,567 kg de hongos en
salmuera.
Mallas para escaldado
Ollas para escaldado Detalle hongos salmuerados
Tambores con producto final Hongos en conserva. Flujo del proceso de conservación (Fia, 1996)
- Lavado y pesaje: El lavado se lleva a cabo por
inmersión y de duchas. Durante la primera inspección se eliminan los
hongos con el velo abierto y los ejemplares en mal estado sanitario. - Hidratación: Los hongos se sumergen en agua
desmineralizada (exenta de calcio y sodio) por 30 minutos. Con este proceso
se logra eliminar la capacidad de flotar del hongo y evitar las posteriores
pérdidas de peso. Se someten a presiones mayores que la atmosférica y una
vez desconectado el vacío se dejan los hongos en esa agua por 90 minutos. - Escaldado: En esta etapa los hongos se
someten a un proceso térmico de corta duración a 100°C por 5 a 7
minutos. Su aplicación logra disminuir la carga microbiana, eliminar gases
intercelulares e inactiva enzimas causantes de oxidaciones y cambios de
color en el producto. Como resultado del escaldado, se obtiene un producto
de menor tamaño y mayor densidad. Una vez pasado este proceso se realiza
una segunda inspección con el fin de separar calidades. - Rebanado, llenado, pesado,
adición, salmuera: Se procede al rebanado o trozado
de los hongos y posteriormente se introducen en el envase, se pesan y se
les adiciona la salmuera de 1,8%, que es el medio de empaque del producto. - Exhausting: Antes de sellar los envases se
expulsan los gases, que tiene con fin evitar las presiones excesivas en la
lata durante el proceso térmico y a la vez evitar corrosiones en el envase
causada por la presencia de oxígeno. - Tapado: Las latas son selladas - Autoclavizado: Se realiza un tratamiento térmico
en autoclaves a presiones mayores que la atmosférica. El calor puede
provenir de agua caliente o vapor y se aplican temperaturas entre 115-121°C
para lograr la esterilización a una presión de 10 a 15 libras. Finalmente
se enfrían para evitar el desarrollo de microorganismos termofílicos. - Almacenamiento: Luego del tratamiento térmico,
el producto se almacena por un tiempo determinado (aproximadamente 14 días),
al final del cual se efectúa un muestreo con el fin de evaluar el producto
terminado. Una vez aprobado el producto se etiquetan los envases y se ponen
en cajas donde son almacenadas para posteriormente ser despachadas. Según la conversión alemana
(Fia, 1996) 1 kg de hongos frescos equivale a 1,316 kg de hongos en
conserva. Hongos congelados. Los hongos para ser congelados
deben tener un sombrero de 30 a 70 mm de diámetro. El proceso de congelado (Fia,
1996) permite detener todos los procesos enzimáticos y la acción
microbiana que llevan al deterioro de los hongos. Esto permite tener un
producto final con características de apariencia, color, sabor y valor
nutritivo mejores que las otras modalidades de procesamiento. El tipo de congelado más común
es el IQF (Individual Quick Frozen), que implica que los hongos son
congelados rápidamente (a -24°C)
y de manera individual, ya sea sumergiendo los hongos en refrigerantes o
por el sistema de lecho fluidizante, de tal forma que al momento de servir
solo se descongelen las unidades deseadas.
Este proceso de
congelamiento rápido (IQF) permite que los cristales de hielo que se
forman dentro de las células de los tejidos sean de tamaño muy pequeño.
De esta manera se evita que las paredes celulares que conforman los tejidos
vegetales se rompan. Por lo tanto al descongelar el producto no hay derrame
de fluidos celulares, lo cual garantiza una textura, valor nutritivo y
sabor igual al de un producto recién cosechado. La diferencia
sustancial entre una congelación IQF y una congelación lenta es el tamaño
del cristal que se forma. En la segunda el cristal es tan grande que rompe
las paredes celulares, permitiendo el derrame de fluidos internos y por
ende un deterioro en textura, sabor y valor nutritivo. Adicionalmente, el
uso de este proceso garantiza que los productos no necesiten de ningún
tipo de químicos o preservantes para su preservación. Además es
importante recalcar que gracias a los cambios dramáticos de temperatura se
reduce de forma importante la presencia de microorganismos. Según la conversión alemana
(Fia, 1996) 1 kg de hongos frescos equivale a 1,111 kg de hongos
congelados. Otros procesos. Existen otras alternativas de
procesamiento pero que no son por lo general empleadas en forma masiva en
el país (González, 1994) ; encurtidos (en sal, azúcar y vinagre),
fermentados (en sal), en aceite (de oliva o vegetal, más sal), extractos y
concentrados. Se preparan más bien en forma artesanal y/o casera, para el
disfrute de la familia o de mercados nacionales muy limitados, en razón de
su elevado costo. A nivel de productos elaborados
se recomienda estudiar la posibilidad de introducir al mercado conservas
con hongos, como salsas especiales para pastas y platos con hongos que no
requieran elaboración. Estos productos deben diferenciarse de los
existentes por calidad y haciendo hincapié en las especies de hongos
usadas (Fia, 1996). Aspectos generales del mercado de los hongos silvestres. Las normas de calidad que rigen
para la producción y comercialización de hongos frescos y procesados son
las normas internacionales que rigen el comercio internacional de hongos.
Existe además una norma chilena (NCh530.Eof69) que especifica las características
que deben regir al producto y que se inserta en la normativa internacional
y regula la comercialización de los hongos en términos de características
del producto, envasado etc. El consumo interno de hongos
silvestres (frescos o preservados) es bastante bajo, tradicionalmente se
habla de cifras cercanas al 13%, y algunos estudios indican que solo llega
al 8,25% (Fia, 1996). Los hongos que abarcan la mayor
parte de la producción silvestre nacional son Boletus (60,8%), Lactarius
(37,9%), Morchella spp. (1,3%). En términos de hongos procesados del total
del volumen fresco de distribuye en Deshidratados (38,6%), Salmuerado
(49,6%) y congelados (11,8%). Hongos silvestres congelados (fuente: cepri.cl/kugar/index.html) Hongos silvestres deshidratados (fuente: cepri.cl/kugar/index.html) La cadena de comercialización
de hongos silvestres se puede resumir según el siguiente esquema (Fia,
1996) :
Con respecto al destino de las
exportaciones, al considerar el volumen fresco los cuatro primeros son países
europeos; Alemania, Italia, España y Francia, alcanzando entre ellos sobre
el 90% del total comercializado. Esto es un claro indicador de la
importancia que tiene para los hongos silvestres de Chile el mercado
europeo. Es interesante notar que
Morchella spp. (Morchella conica y/o Morchella esculenta) corresponde a un
producto de alto interés en el mercado internacional. Existe una demanda
mundial muy superior a la actual producción de Morchella. Las más
cotizadas son M. Esculenta. Es un hongo que se usa en la
preparación de platos finos. Obtiene los precios más atractivos en su
rubro, independiente del país de destino o categoría de comercialización.
El mercado europeo es el principal comprador de Morchella chilena. Existe
un potencial en Estados Unidos y Canadá. Morchella crece en bosque nativo
y plantaciones (bosques de Pinus radiata que se han quemado). De acuerdo a las categorías de
bosques presente en el territorio nacional, existe la posibilidad de
aumentar la producción de Morchella a por lo menos 377.556 ton. frescas
(Pincheira, 1999). Especie Precio promedio (US$ FOB/Kg) - año 2002 Fresco Deshidratado Salmuerado Congelado Boletus luteus ** 1.5 4.4 0.7 0.9 Lactarius deliciosus 5.0 - 0.8 0.8 Morchella conica 18.2 68.7 21.3 10.2 ** El costo de producción
de Boletus deshidratado es de US$ 1,0 a 1,5 (Arriagada y Melín, 1991) (Fuente: Boletín Infor de
exportaciones forestales 2002) Morchella esculenta (fuente: valdeorras.com/Micologia/morchella/) Innovaciones en el cultivo de hongos. El principal hongo cultivado en
Chile es el Champiñón, sin embargo en el último tiempo han surgido
iniciativas para desarrollar el cultivo del Hongo ostra (Pleurotus
ostreatus) cuya producción es baja. Basta adentrarse en bosques de la zona
centro sur del país para encontrar este hongo. Sobre tocones de sauces, álamos
y castaños. Es un hongo de carne blanca y sabrosa, muy apetecido en la
industria gastronómica. - Preparación del sustrato: Se puede usar como substrato
todos aquellos vegetales, parte de ellos o subproductos
ricos en ligninas, como pajas de cereales, maderas, aserrín,
subproducto de agroindustria (hojas, deshechos de maíz, etc.). Respecto al
uso de maderas o aserrín, se debe utilizar maderas blandas como álamo y
sauce. Para un buen desarrollo del hongo
se debe proporcionar un sustrato húmedo, 75% en el caso de las pajas. Las
pajas deben ser picadas en trozos de 5 a 10 cm para aumentar la superficie
de contacto y facilitar la colonización. En el caso de usar madera, se
utilizan troncos mayores a 5 - 7 cm de diámetro y 1 m de largo, que no
boten resinas u otras secreciones. Otras experiencias (Chung, 1999) han
empleado envases llenados con aserrín y salvado de arroz. En cuanto al
aserrín existen experiencias donde Pinus nigra entrega los mejores
resultados (Manríquez, 1994). - Pasteurización: Este proceso sólo se realiza si
se utilizan pajas u otras mezclas de sustrato. Lo más común es el uso de
agua caliente (90°C) o vapor por 30 a 45 minutos. La finalidad de esta
cocción es de exterminar microorganismos del sustrato y facilitar absorción
de nutrientes al micelio del futuro hongo. - Siembra: La siembra consiste en inocular
el sustrato con la semilla, tan pronto se ha pasteurizado. Una correcta
siembra se caracteriza por una buena distribución de la semilla, mediante
la agregación de capas ordenadas de semilla y sustrato dentro del
contenedor que puede ser una bolsa plástica (mangas de 50 cm son las óptimas)
o un envase. La temperatura del sustrato debe bajar a 30°C (debe estar
tibio). Para substratos constituidos por
troncos se utilizan tarugos como semillas, los cuales deben ser de la misma
especie de la troza a inocular. Los tarugos se introducen a mano o con
martillo y luego se sellan. - Incubación o colonización: Se proporcionan las condiciones
al hongo para que invada el sustrato lo más rápido posible. Esta etapa
dura unas 3 semanas. Las condiciones son las siguientes: Humedad;
Temperatura en el sustrato (24°C); Total oscuridad; Aireación (esta puede
ser mínima, basta con realizar repetidas perforaciones en la bolsa con una
aguja gruesa esterilizada). - Inducción: En esta etapa se inducen los
sombreros de hongos ostras. Para ello se entregan estímulos al hongo que
desencadenan este proceso. Los cuidados en esta etapa son :
Humedad (85-95%); Temperatura (se baja a 15-18°C); Aireación (se debe
disponer de una buena aireación, haciendo grandes perforaciones a las
bolsas o removiéndolas); Luminosidad (dejar ventanas, debidamente aisladas
cuidando que a través de ellas no entren los rayos solares en forma
directa). - Cosecha, embalaje y almacenaje: Un buen tamaño para hongo fresco
son los sombreros con un diámetro de 7 a 10 cm. Sombreros más pequeños
son apropiados para coctelería y los más grandes para procesamiento. La
cosecha se realiza cortando individualmente cada sombrero, o cortar todo el
ramillete (en el caso que se presenten así). La higiene en la cosecha debe
ser alta (desinfección de los utensilios), para no contaminar los
sustratos y obtener una nueva producción de sombreros sanos. Los tipos de embalaje más
recomendables para hongos frescos son: Bandejas de poliestireno, perforada
y no perforada; Film plásticos de PVC y con permeabilidad selectiva. Una vez embalados, los hongos
deben ser almacenados entre 1 a 2 semanas en un lugar limpio, refrigerado,
con alta humedad (85%), temperatura 0-5°C y ventilado. Hongo Ostra (fuente: ciderebiobio.cl/hongos.htm) Dentro de las especies foráneas
que se recomienda introducir en Chile, la más factible es el Shiitake
(Lentinus edones), hongo originario de Japón que tiene una gran demanda y
alto precio en Europa. Es la especie con mayor potencial para la producción
cultivada (Fia, 1996). En cuanto a Morchella se
recomienda estudiar su cultivo o sembrar la especie en bosques de pino que
han sido quemados. La utilización de la madera como
sustrato para el cultivo de hongos comestibles, es una alternativa para
ampliar la expectativa de aprovechamiento integral de productos del bosque
nativo. En este ámbito el Instituto Forestal desarrolla un proyecto Fondef
titulado "Hongos micorrícicos comestibles: una alternativa para
mejorar la rentabilidad de plantaciones forestales". El proyecto propuesto tiene por
objetivo, el mejorar la rentabilidad de plantaciones con especies
forestales nativas y exóticas mediante la utilización de hongos micorrícicos
comestibles. Para ello se buscará generar productos intermedios
comercializables a mediano plazo, a partir de la inoculación de hongos
comestibles en plantaciones forestales establecidas con Pinus radiata y
especies de Nothofagus. Además, se buscará aumentar en
el corto plazo la productividad y el asegurar el éxito del establecimiento
de plantaciones forestales utilizando plantas inoculadas con micorrizas
comestibles. La formación de una micorriza es
considerada esencial para la sobrevivencia y crecimiento de la mayoría de
las plantas en un ecosistema natural. Su rol en el mejoramiento en la
captación de agua y nutrientes, especialmente, fósforo, zinc y cobre, son
muy conocidos El hongo micorrítico influye en
el crecimiento de la planta mediante la producción de antibióticos y
hormonas de crecimiento, puede detener el ataque de patógenos en las raíces,
ayudando a las plantas además, a soportar condiciones de suelos adversos
tales como un pH bajo y altas temperaturas. Entre las especies micorrícicas
silvestres de mayor importancia que se exportan, están: Boletus luteus,
Lactarius deliciosus, Morchella conica, Morchella spp y Gyromitra spp.
Existen además otros hongos micorrícicos comestibles
como el Boletus loyo o Cortinarius lebre, los cuales poseen
capacidades micorrícicas en especies del bosque nativo, especialmente en
Nothofagus y en especial Cortinarius lebre la cual es muy apreciada por la
población indígena chilena. Los hongos silvestres y su aplicación en biopulpaje. Para la producción de celulosa
existen diferentes procesos de pulpajes, dentro de estos se ha desarrollado
en las últimas décadas un proceso biotecnológico llamado biopulpaje el
cual consiste en el pretratamiento de madera con degradación de lignina
por parte de hongos como una etapa de pulpajes comerciales. Los hongos actúan facilitando el
proceso de separar las fibras de madera. El biopulpaje es un proceso que
puede reducir el gasto de energía eléctrica en el pulpaje que requiere de
altas temperaturas, disminuir los reactivos químicos aplicados
tradicionalmente en el proceso (cloro, dióxido de cloro), bajar los
efluentes producidos, y por ende la polución ambiental. Esto sumado a opciones de
manipulación genética y síntesis artificial de enzimas. Sin embargo
actualmente existen obstáculos en la producción de enzimas a grandes
escalas, y que principalmente están relacionados con los costos de
producción, estabilidad y disponibilidad de las enzimas en el mercado. El proceso de biopulpaje es
llevado a cabo por hongos de pudrición blanca, específicamente de la
clase basidiomycetes. Son los únicos microorganismos capaces de degradar
la lignina en un alto porcentaje y se caracterizan por la capacidad de
sintetizar un complejo enzimático extracelular, el que está directamente
relacionado con la degradación de los compuestos recalcitrantes y de
elevado color. El proyecto Fondef - U. de Chile,
1997: "Biopulpaje
kraft aplicado a Pino Radiata" continuó con una línea de
investigación desarrollada desde 1990. En este período se han logrado
desarrollar las cepas de hongos de pudrición blanca, tales como Pleurotus
y Coriolus (Polystictus) entre otros, los cuales actúan eficientemente
sobre astillas de Pino radiata. Las investigaciones llevadas a
cabo demuestran que pastas kraft derivadas de astillas de Pino radiata,
tratadas con Pleurotus y Polystictus, tienen 3 a 5% de mayor rendimiento,
son pastas con mayor contenido hemicelulosas y son más fáciles de
blanquear. Se calcula que un 2% de incremento en rendimiento, significaría
36.000 ton. más al año, con un beneficio de casi US$20.000.000. Algunos estudios derivados de
este proyecto (Espinoza, 2001) han considerado la utilización del hongo de
pudrición blanca Pleurotus ostreatus, el cual fue inoculado en rollizos de
Pinus radiata, intentando determinar la distribución de las hifas en el
trozo. Otras investigaciones (Arias,
1999) demuestran que la aplicación de estas enzimas lignolíticas en la
decoloración de efluentes provenientes de la industria de celulosa kraft
puede eliminar por biodegradación un 70 a 80% del color contenido en
dichos efluentes. |
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