Certificación de PFNM  en Chile:

a) Certificación orgánica:

El proceso de certificación orgánica contempla, en un primer paso, una inspección o visita a terreno; luego una evaluación y su informe; y finalmente la emisión del certificado correspondiente.

Chile actualmente no tiene un sistema de certificación orgánica reconocido internacionalmente, no obstante se han desarrollado avances en este sentido mediante la publicación de normas y el establecimiento de un programa para el desarrollo de la agricultura orgánica desarrollado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), el cual permitirá supervisar las certificadoras existentes en el país.

En el país podemos encontrar certificadoras nacionales, como también extranjeras. Entre las primeras encontramos: PROA, CCO y AGROECO. Cada uno de estos organismos certificadores, se enfoca a un mercado específico, supervisando las características requeridas en cada caso particular. Al no contar con una acreditación amplia para exportar a distintos mercados muchos exportadores comenzaron a tener dificultades para enviar sus productos a diferentes mercados, es por esta razón que han debido recurrir a certificadoras extranjeras que sí cuentan con las requeridas acreditaciones. Entre las certificadoras extranjeras que trabajan en el país tenemos:

IMO Control: empresa suiza, que se asoció a Fundación Chile, y formó IMO Chile, actualmente está en condiciones de certificar para la Unión Europea los productos orgánicos chilenos.

BCS: Esta empresa acreditadora alemana, tiene un representante en Chile, que está en condiciones de inspeccionar la producción orgánica chilena de exportación a nombre de esta empresa, reconociéndose esta certificación en la Unión Europea, Japón y EE.UU.

 

b)  Etiquetado de Comercio Justo

En Chile se han desarrollado experiencias en torno a este tema; en Tirúa, una pequeña comunidad mapuche de 1.800 personas, hace dos años  comenzaron a exportar un alga marina (llamada cochayuyo) a Taiwán y Japón, donde se come y además es un ingrediente básico de cremas faciales y de la piel. Al exportarla, la comunidad consigue un aumento del 50% en el precio por libra del alga.

Por otro lado en la XI región, Fundación Chile en conjunto con otros participantes, está trabajando desde comienzos de 2002 en un proyecto que busca crear un Distrito de Desarrollo Sustentable, el que contempla entre sus objetivos acceder a certificación de origen, certificación orgánica y certificación de comercio justo a aquellos productos que tienen potencial de desarrollo y de comercialización en el exterior. Entre ellos se encuentran; piñones, rosa mosqueta, miel multiflora, merkén (ají), avellanas, changles (hongo) y murta.

 

c) Certificación de Manejo Forestal

En la actualidad este tipo de certificación dada por FSC (Forest Stewardship Council) no cuenta con estándares para PFNM presentes en nuestro país[1]. Sin embargo, Forestal y Agrícola Monteáguila certificó recientemente semillas de eucaliptus mediante la certificación del manejo de sus bosques. Otra experiencia en esta línea la tiene Natural Response. Esta empresa se encuentra recopilando información para la futura certificación de corteza de quillay, mediante un organismo acreditado (SCS)[2].

 

Cuadro N°1. Principios de Manejo Forestal FSC (Forest Stewardship Council)

Principios

Definición

Principio 1. Observación de las leyes y los principios del FSC.

 

        El manejo forestal deberá respetar todas las leyes nacionales , tratados y acuerdos internacionales, en los que el país es signatario y deberá cumplir con los principios y criterios FSC.

 

Principio 2. Derechos y responsabilidades de tenencia y uso.

 

        Los derechos de uso a largo plazo de la tierra y recursos forestales, deberán estar claramente definidos, documentados y establecidos.

 

Principio 3. Derechos de pueblos indígenas

 

        Los derechos legales y consuetudinarios de los pueblos indígenas para poseer, usar y manejar sus tierras y recursos deberán ser reconocidos y respetados.

 

Principio 4. Relaciones comunales y derechos de los trabajadores.

 

        El manejo forestal deberá mantener o elevar el bienestar social y económico a largo plazo de los trabajadores forestales y de las comunidades locales.

 

Principio 5. Beneficios del bosque.

 

        El manejo forestal deberá promover el uso eficiente de los múltiples productos y servicios del bosque para asegurar la viabilidad económica y una gama amplia de beneficios ambientales y sociales.

 

Principio 6. Impacto ambiental.

 

            Todo manejo forestal deberá conservar la diversidad biológica y sus valores asociados, los recursos de agua, los suelos y los ecosistemas frágiles y únicos, además de los paisajes.

 

Principio 7. Plan de manejo.

 

        El plan de manejo adecuado a la escala y a la intensidad de las operaciones, debe ser escrito, implementado y actualizado.

 

Principio 8. Monitoreo y evaluación.

 

        Deberán evaluarse, de acuerdo a la escala y a la intensidad de las operaciones propuestas, la condición del bosque, el rendimiento  de los productos forestales, la cadena de custodia y la actividad de manejo y sus impactos sociales y ambientales.

 

Principio 9. Mantenimiento de los bosques con alto valor de conservación.

 

        Las actividades de manejo de los bosques con alto valor de conservación mantendrán o incrementarán los tributos que definen a dichos bosques.

 

Cuadro de texto: Fuente: FSC, 2002.

 

Principio 10. Plantaciones.

 

 

        Las plantaciones deben ser planeadas de acuerdo a los principio y criterios (del 1 al 9) y con los criterios del principio 10. Si bien las plantaciones pueden proporcionar un arreglo de beneficios sociales y económicos y pueden contribuir en la satisfacción de necesidades de productos forestales de productos forestales del mundo, éstas deberán complementar el manejo, reducir la presión y promover la restauración y conservación de los bosques naturales.

 

 

 

Borrador principio 11.  (adicional a los 10 criterios presentados por FSC para el manejo forestal sustentable)[3]

 

Productos forestales no madereros.

Los productos forestales no madereros  (PFNM) serán manejados de acuerdo a los principios y criterios desde el  1 al 10, además del principio 11 y sus criterios. La  cosecha de los PFNM debe tener un bajo impacto en los ecosistemas forestales que cosechan madera, debe proveer de beneficios sociales y económicos, particularmente a las actividades desarrolladas por las comunidades, debe ser un componente importante en el manejo de los ecosistemas forestales. Los PFNM requieren consideraciones especiales de manejo y monitoreo constante para asegurar la viabilidad de especies a largo plazo y para minimizar los impactos sociales y ecológicos.

11.1 El plan de manejo debe identificar y proveer las guías específicas para cada especie de PFNM  o grupo de especie considerada comercial para la cosecha e identificar los PFNM mas importantes para la subsistencia.

11.2 Los planes de manejo, actividades operacionales y el monitoreo debe asegurar la viabilidad de las poblaciones de PFNM. Los sistemas de manejo deben apuntar a los procesos ecológicos, e implementar actividades para minimizar los impactos ecológicos en la cosecha de PFNM, entre ellos: productos que requieren remoción, productos que afectan el crecimiento o la productividad de otras especies, productos que al ser cosechados causan daño a árboles o a otros productos forestales, productos que son críticos para el ciclo de nutrientes, productos que tienen un alto valor para la vida salvaje, productos que tengan una alta interdependencia ecológica.

11.3 Los planes de manejo que priorizen la producción de madera deben incluir medidas específicas para describir y minimizar a corto y largo plazo los impactos en los PFNM.

11.4. El plan de manejo debe apuntar  a los impactos sociales y económicos en el manejo de los PFNM, incluyendo practicas de cosecha tradicional y de subsistencia, respetando el significado religioso y cultural de los PFNM para las comunidades locales e indígenas.

11.5 El método y los niveles de cosecha de PFNM deben ser apropiados para las especies o grupos de especies, y deben ser el reflejo del conocimiento científico, de las comunidades locales e indígenas.

11.6 El monitoreo de la cosecha de debe evaluar los impactos en los recursos no madereros  y en el ecosistema forestal. El monitoreo debe también incluir el impacto de los productos forestales no madereros en los recursos madereros.

11.7 Adicional al criterio 3.4, las comunidades indígenas y locales deben recibir el beneficio justo y adecuado por algún uso de su nombre o imagen en la comercialización.

 


 

[1] En nuestro país se encuentran las siguientes empresas certificadoras acreditadas por FSC con presencia en Chile: Smartwood, Grupo SGS, Scientific Certification Systems (SCS), D. Institut fur Marktokologie (IMO)

[2] Comunicación personal de Hector Larrondo, Natural Response.

[3] Principio formulado en Brasil en abril de 1997 por el primer Grupo de Trabajo sobre PFNM. (FSC, 2002).